CAPÍTULO 10: El festival de Hartford
Bajé del coche y me
encaminé hacia el edificio que me tocaba mientras repasaba el aparcamiento en
busca de Eric, pero el Opel rojo no estaba allí todavía; demasiado pronto para
él. Continué caminando hacia la clase de castellano, en la que no coincidía con
él. Entramos en el aula una vez llegó la profesora, y minutos después de que
empezara a explicar Amber entró por la puerta.
-Señorita Redford,
¿algún día llegará pronto a primera hora? –le recriminó.
-Lo siento –se disculpó
agachando levemente la cabeza.
-Está bien, siéntese.
Pero esta es la última vez que le dejo pasar, si vuelve a llegar tarde no
entrará en clase. ¿A quedado claro?
-Sí.
Se dirigió al sitio
vacío que tenía a mi lado.
-Voy a matar a Eric,
siempre llego tarde por su culpa –musitó furiosa.
-Bueno, me parece que
no todo será culpa de él.
-No le defiendas porque
ahora sea tu novio –me reprochó fulminándome con la mirada.
-No lo digo por eso
–repliqué-. Cuando quedamos siempre te tengo que esperar.
-Ya, pero en esto es
culpa suya. Además, a él no le importa llegar tarde.
-Señorita Redford, ya
que no llega pronto podría atender –intervino la profesora.
Se volvió hacia la
pizarra y empezó a tomar apuntes en silencio; yo la imité.
-Chicas, hoy viernes,
¿hay algún plan? –comentó Alison mientras caminábamos por el pasillo.
-En principio no
–contesté, pero por la cara que ponía sabía que tenía algo en mente-. ¿En qué
estás pensando?
-En ir a Hartford.
-Un poco lejos, ¿no?
–opinó Amber.
-Ya, pero es el
festival de música, estará genial. ¿Os apuntáis?
-Sí –dijo Natasha a la
primera.
-¿El festival de
Hartford? Sí, yo me apunto –dije directamente. Miré de reojo a Amber, ella
debería haber aceptado antes que ninguna.
-Hartford está muy
lejos, no podemos ir y volver en un día –dijo.
-No lo haremos, nos
quedaremos en casa de mi tía, estará fuera –explicó Alison.
-Vale, entonces vamos.
Todas nos percatamos de
que Janice todavía no había dicho nada.
-¿Y tú? –preguntó Natasha.
-No lo sé –dijo
mientras se encogía de hombros.
-Vamos, Janice, será
divertido.
-Ya, pero ir hasta
Hartford, está a una hora.
-Pero será quedarnos
ahí y volver el sábado, o el domingo.
Me situé delante de
ella para que parara de andar.
-Piénsalo, un fin de
semana entero para estar nosotras solas, de fiesta.
Sabía que si no íbamos
todas mi madre se pensaría si dejarme ir o no. Ella continuó andando y yo
caminé de espaldas para continuar frente a ella.
-Vamos, ¿qué mejor fin
de semana que este? Además, si no vamos todas mi madre no me dejará.
Mientras andaba choqué de
espaldas contra alguien. Me volví para ver a Eric.
-Mira por dónde vas
–dijo elevando las comisuras de sus labios, dejando enseñar todos sus dientes.
-Hola –le saludé con
otra sonrisa.
Pasé los brazos alrededor
de su cuello para besarle.
-¿Cómo estás?
-Genial, ¿y tú?
-Muy bien.
En el momento que me
volvió a besar sonó el irritante sonido del timbre.
-Nos vemos luego –se separó
de mí y siguió su camino junto a Liam.
Yo me volví hacia mis
amigas, que me observaban atónitas, excepto Amber.
-¿Y esto que acaba de
pasar? –preguntó Alison.
-Quiere decir que tenía
razón en lo que decía. ¿Y por qué no nos hemos enterado por ti? –me acusó
Natasha-. ¿Desde cuándo estás con Eric?
-Desde ayer.
-Es decir, que pasó algo
mientras estudiabais –analizó Alison-. ¿Te lanzaste tú?
Negué con la cabeza
mientras nos dirigíamos al segundo edificio.
-¿Y cómo fue?
Les conté lo que había sucedido
de camino al aula de matemáticas.
-¿No vienes a la
cafetería? –preguntó Amber al ver que me desviaba hacia otro edificio.
-No, pensaba repasar el
examen de física.
-Está bien. Nos vemos
luego, entonces.
Entré en la biblioteca
y me senté en una de las mesas más alejadas para estar más tranquila, aunque
tan solo había un par de personas en la estancia. Saqué mi libro y libreta para
practicar algunos de los ejercicios que llevaba más flojos.
-¿Estudiando? –oí la
voz de Eric detrás de mí.
Levanté la cabeza e
hice una mueca.
-Sí, estoy repasando un
poco más. ¿Tú también vienes a estudiar?
-No, Amber me ha dicho
que estabas aquí –se sentó junto a mí-. Vengo a estar contigo.
Me acerqué a él y
presioné mis labios contra los suyos.
-¿Tienes alguna duda?
-No –sonreí-. He
encontrado a un profesor que me lo explicó todo muy bien.
Hice un par de ejercicios, pero con Eric
ahí apenas podía concentrarme, así que decidí dejarlo. Poco después nos fuimos
hacia el aula de física, y llegamos antes de que el profesor, y otros alumnos,
aparecieran. Así que esperamos sentados frente a la puerta a que el señor Mawson
abriera. Este llegó segundos antes de sonar el timbre. En cuanto cada uno
estuvo sentado en su sitio empezó a repartir los exámenes. Puso una de las
hojas sobre mi mesa y destapé el bolígrafo para comenzar el control.
Una hora después el timbre sonó
indicando que el tiempo para el examen había terminado, y con eso el profesor
Mawson era muy exigente.
-Entregar ya los exámenes.
Rodeé la estancia con la mirada un instante
para ver cuánta gente quedaba todavía sin entregar el examen, tal solo tres
personas más. Eric había sido uno de los primeros en terminarlo, con lo que ya hacía
tiempo que había salido. En seguida los tres alumnos que quedaban en la clase
entregaron el examen.
-Señorita Westwick, el examen.
Antes de que pudiera decir nada me quitó
la hoja de encima de la mesa y la guardó en su maletín. Resoplé y desistí de
replicar. Cogí la mochila y salí al pasillo. Ahí me esperaba Eric.
-¿Qué tal? –preguntó cuando se hubo
acercado a mí.
-Creo que bien, aunque no he podido
repasarlo.
Nos dirigimos hacia la siguiente clase
mientras comentábamos el examen. A mí me había costado hacerlo pese a que lo
había estudiado mucho, por el contrario, Eric lo había hecho sin ningún
problema y cómo en el resto de asignaturas apenas había estudiado.
El día pasó monótono, y yo estaba
impaciente porque acabara, era viernes, e ir al festival de Hartford sería genial.
-Entonces, ¿a las cinco en casa de
Alison? –pregunté para concretar la hora a la que íbamos a salir hacia
Hartford.
Todavía no había hablado con mis padres,
pero sabía que una vez que Janice ya estaba convencida al ir todas no les
supondría ningún problema.
-Sí, el festival empieza a las ocho.
-De acuerdo.
Vi a Eric junto a su coche y me fui
directa hacia él, dejando a mis amigas conversando detrás de mí.
-Hola –saludé con una sonrisa, me era
inevitable cuando estaba con él.
-Hola. ¿Vas a hacer algo esta tarde?
-Me voy con mis amigas al festival de
música de Hartford.
Hizo una mueca.
-¿Estaréis todo el fin de semana?
-Sí, probablemente volvamos el domingo.
-Liam y Byron pensaban ir –me sonrió de
forma pícara-. Podría acompañarles, solemos ir todos los años.
-Eso estaría muy bien.
-Pero todavía lo están decidiendo, somos
de los que hacemos las cosas a última hora.
-Intenta convencerles.
-Lo haré.
Se inclinó para besarme de nuevo, esta
vez más enérgicamente, y entrelacé mis dedos en su pelo.
-Chicos –nos interrumpió Amber. Ambos
nos volvimos hacia ella, ninguno de los dos se había percatado de su presencia
junto a nosotros-. Me parece genial que estéis juntos, enhorabuena, pero me
gustaría irme a casa.
Miré a Eric un segundo, algo incómoda, y
me aparté de él. Abrió las puertas del coche para que entráramos.
-Gracias –dijo soltando un suspiro.
Le di un empujón, sin importarme
realmente la interrupción, sabía que Amber era así.
Eric paró el coche frente a la entrada
de mi casa, me despedí de ambos antes de bajar.
-A las cinco en casa de Alison –me
recordó mi amiga, como si fuera yo la que no iba a llegar a la hora.
-Me apuesto lo que quieras a que no es a
mí a quién esperamos.
Resopló.
-Estaré allí en punto –me desafió.
-Lo dudo.
Me volví y entré en casa.
-Hola –saludé.
-Hola, cielo –oí a mi madre en el piso
de arriba.
Subí a su habitación, mi abuela también
se encontraba allí, y me senté en la cama, de piernas cruzadas.
-Mamá, ¿puedo ir a un festival de música
este fin de semana? –pregunté con mi tono de voz más angelical.
-¿Un festival? No sé –contestó. Le miré
extrañada, ella siempre aceptaba cuando le decía que me iba a cualquier sitio-.
¿Dónde es?
-En Hartford –hice una pequeña mueca-.
Pero iríamos todas, Alison, Natasha, Janice y Amber.
-Pero Hartford está un poco lejos.
-Dormiríamos en casa de la tía de Alison,
se ha ido de fin de semana.
Se intercambió una mirada confidente con
mi abuela y tras unos segundos de espera, asintió.
-Está bien, ¿y cuándo os vais?
-Esta tarde –me levanté y le di un
beso-. Gracias, mamá.
Me dirigí a mi cuarto y saqué una bolsa
para meter todo lo necesario.
-¿A dónde te vas? –preguntó Phoebe al
entrar por la puerta.
-Me voy al festival de música de
Hartford con mis amigas.
Se sentó en la cama, frente a mí y me
miró levantando una ceja.
-¿Con tus amigas o con tu novio?
–inquirió-. Porque supongo que eso es lo que le habrás contado a mamá, pero a mí
dime la verdad.
-Con mis amigas –aclaré-. Bueno, puede
que Eric vaya, pero no lo sabe todavía. De todas formas me voy con mis amigas,
no con él, así que no le he mentido a mamá.
-Puede que me lo crea. ¿Pero me vas a
dejar todo el fin de semana sola?
-Sé que te cuesta vivir sin mí, Phoebe,
pero intenta superarlo –bromeé.
Bufó. Se levantó y se fue hacia su
habitación.
En cuanto acabé de ordenarme la bolsa ya
era la hora de irme.
-Phoebe –entré en su habitación, tan
ordenada como siempre-. ¿Me puedes llevar a casa de Alison?
-Sí, coge las llaves, ahora bajo.
Aparcó el coche frente a la casa de
Alison. Bajé y cogí mi bolsa, que se encontraba en la parte trasera.
-Nos vemos el domingo –me despedí.
-Adiós.
Toqué a la puerta, e instantes después
Alison abrió.
-Pasa, eres la última.
Entré en el comedor y me encontré con
mis amigas sentadas en los distintos sofás que rodeaban la sala. Amber me miró
con una sonrisa triunfante.
-¿A quién hemos tenido que esperar? –inquirió
con tono acusatorio.
-Pero he llegado a la hora –me excusé.
-Bueno –intervino Alison-. Vamos a
ponernos ya en marcha.
Cada una cogió sus cosas y la madre de
Alison nos dio algo de comida para el viaje. Nos subimos en el coche, Alison al
volante; Natasha de copiloto; y Amber, Janice y yo en la parte trasera. En
cuanto nos pusimos en camino Amber encendió la radio, Smile de Avril Lavigne
sonó por los altavoces y todas nos pusimos a cantarla a voz en grito.
Una hora más tarde llegamos a Hartford.
Conducimos un par de minutos más hasta llegar a uno de los edificios donde
Alison aparcó. Subimos en el ascensor hasta el quinto piso. Nos detuvimos frente
a la puerta número siete y entramos en la casa. A la entrada se encontraba un
pequeño recibidor que daba paso a un comedor poco amueblado y al fondo del cual
se encontraba la cocina, que quedaba desproporcionada con el resto de la
estancia. A mi derecha se extendía el pasillo, que daba a las habitaciones y al
gran baño que se veía al final del corredor.
-Hay dos habitaciones y desgraciadamente
un solo baño –explicó Alison-. Así que tendremos que dormir tres en la
habitación grande y dos en la otra.
Amber se volvió hacia mí y me hizo gesto
señalando a la habitación pequeña. Asentí levemente y me dirigí hacia ella.
-Nosotras nos quedamos en la pequeña
–indiqué antes de que pudiera haber alguna posible discusión por la
habitaciones.
-Vale, pues ya está claro.
Cada una se metió en el cuarto
correspondiente. En el que Amber y yo dormiríamos había dos camas separadas por
una pequeña mesita, sin embargo la apartamos para poder juntar ambas camas. Me
senté en una de ellas y apoyé la espalda contra el respaldo, en ese momento
sonó mi móvil. Lo cogí para ver quién era, Eric.
-Hola –saludé al descolgarlo.
-Hola, ¿ya habéis salido hacia Hartford?
Me levanté de la cama y salí al comedor
mientras hablaba.
-En realidad ya estamos aquí, salimos a
las cinco.
-Muy puntuales.
-Alison lo es. ¿Al final vendrás al
festival?
-Sí, salimos ahora hacia allí.
-Genial –se me dibujó una sonrisa-.
Nosotras no tardaremos en irnos hacia el parque, llámame cuando estéis allí.
-De acuerdo.
-Un beso.
-Adiós.
Colgué el teléfono y volví a la
habitación.
-Era Eric, ¿verdad?
-Sí, estaba de camino con Liam y Byron.
-Chicas –Natasha entró en nuestro
cuarto-. Nos vamos ya, el festival empezará dentro de nada.
Cogí mi chaqueta y mi abrigo, dado que
cuando anocheciera haría más frío, el resto hizo lo mismo y Amber se cargó su
cámara al hombro, siempre iba con ella a todas partes. Anduvimos hasta el
parque Keney, que se encontraba a tan solo unos minutos del piso. El lugar
estaba repleto de gente, algunos iban y venían; otros simplemente se sentaban
frente al grandioso escenario que se encontraba al fondo. Habían dos pares de
enormes altavoces a ambos lados de este, y en todo el alrededor se extendían
puestos de comida, bebida y algunos de souvenirs del festival. Dimos una vuelta
entre los puestos mientras esperábamos a que la primera banda comenzara a
tocar. En cuanto oímos unos aplausos y gritos, que indicaban que el grupo había
subido al escenario, nos acercamos rápidamente. Y nos pusimos a cantar a voz en
grito cada una de las canciones que tocaban.
Un hora más tarde el primer concierto
acabó. Rebusqué entre las cosas del bolso en busca de mi móvil, lo encontré al
final del todo y miré si Eric me había llamado. Así era, tenía dos llamadas de
él. Apreté al botón de llamar y al segundo toque contestó.
-Ey, te he estado llamando. ¿Dónde
estáis?
Miré a mí alrededor en busca de algo
significativo que pudiera indicarle nuestra posición.
-Estamos cerca del puesto de comida
china, al lado del escenario.
-Nosotros también estamos cerca, vamos
hacia allí.
-De acuerdo –colgué y volví a guardar el
móvil-. Eric, Liam y Byron vienen ahora –informé.
Minutos después estos aparecieron, al
mismo tiempo que el siguiente grupo salía a actuar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario