jueves, 23 de agosto de 2012

CAPÍTULO 44


CAPÍTULO 44

Atisbamos entre la multitud que iba desapareciendo cómo Amber caminaba hacia nosotros. Se detuvo a escasos metros.
-Lo siento –susurró-. Lo siento mucho, Samira, de verdad.
La observé fijamente. Pude distinguir el arrepentimiento en sus ojos, pero no iba a ceder y hacer cómo que nada de esto había pasado. Porque todo lo que había pasado había sido por su culpa.
-No voy a perdonarte. En algún momento –que ahora parecía tan lejano-, fuiste mi amiga, mi mejor amiga. Pero ahora todo ha cambiado tanto…
-Sam…
-No me llames así –le corté tajantemente-. Así solía llamarme una amiga.
Vi como lágrima escapaba de su control, nunca antes la había visto llorar. Siempre había sido yo la magdalena, y ella solía consolarme. Pero en este momento no iba a ser al revés. Sin embargo, las lágrimas ya se acumulaban en mis ojos, amenazando con salir. Amber volvió la mirada hacia Eric.
-Lo siento.
-No pudiste hacer nada –contestó este.
Me volví furiosa hacia él.
-¿Cómo que no pudiste hacer nada? –quise saber.
-Cuando me cogieron ella intentó ayudarme, sacarme de allí.
-Te dije que no dejaría que a él le pasara nada.
-También me dijiste hace tiempo muchas cosas que eran mentira. ¿Por qué creerte ahora?
-Tienes razón, no tienes por qué creerme.
La miré fijamente, observando aquellos ojos arrepentidos. En ese momento quise abrazarla, que siguiera siendo mi mejor amiga, volverme a reír con ella; continuar como si nada de esto hubiera pasado. Pero no podía ignorarlo. Y me odiaba por pensar eso, por querer eso. Me froté la cara, conteniendo aquellas estúpidas ansias de llorar.
-Lo siento –volvió a repetir.
-Cállate –le espeté-. No quiero que vuelvas a decir nada, no quiero que me vuelvas a pedir perdón –por mucho que lo dijera no iba a ser suficiente-. Porque… -se me cortó la voz y apreté la mandíbula.
-Porque por muchos lo siento que te diga no serán suficientes para perdonar lo que te hice.
-He dicho que te calles.
¿Por qué narices tenía que decir lo que estaba pensando? Definitivamente me conocía muy bien. Pero por mucho que me pidiera disculpas no arreglaría nada. Suspiré.
-Seguramente esto no lo quieras oír, pero me he dado cuenta de que… todo lo que ha pasado en este tiempo, en realidad, sí que lo sentía –iba a decirle que se callara, que no quería escucharla más, pero no me salió ninguna palabra-. Sí que llegaste a ser mi mejor amiga, sí que te quise…
-¿Y en qué maldito momento te has dado cuenta de eso? –bufé.
-Cuando… cuando encendieron la hoguera…
-Pues te ha costado, ¿no? –repuse con desdén-. Pensaba que dirías algo como que te diste cuenta mientras reflexionabas en tu habitación cómo habías sido la peor amiga del mundo.
-Lo… -no continuó la frase, e inclinó la cabeza.
-Me das asco –le espeté.
-Samira –me llamó Ayerai. Me giré hacia él y vi que cogía a Neile de la mano, ya no había nadie más allí-. Reunión en casa de Neliel, dice que los lleves primero a su casa.
Cogí a Eric de la mano, el cual no había intervenido en toda nuestra discusión, y luego agarré a Amber bruscamente por el brazo. Segundos después estábamos frente a su casa. Solté a Amber y sin decir una sola palabra me alejé junto a Eric calle abajo. Atisbé de reojo cómo él volvía la mirada hacia Amber. Luego regresó a mi lado.
-¿Estás bien, Samira? –me preguntó en un susurro.
Negué con la cabeza al tiempo que mis ojos se anegaban en lágrimas. Eric hizo que detuviera el paso y me envolvió con sus brazos.
-¿Por qué narices ha tenido que hacer todo esto? –sollocé en su hombro.
-Bueno, al final ninguno de nosotros ha salido herido. Y… ella se ha disculpado.
-¿Qué quieres decir con eso? –me incorporé para mirarle a los ojos.
-Que se arrepentía y al menos te ha pedido disculpas.
-¿Y qué debo hacer? ¿Perdonarla? ¿Después de todo lo que me ha hecho, de todo lo que nos ha hecho pasar?
-Tú siempre dices que hay que dejar las cosas en el pasado y no ser rencoroso.
Resoplé.
-No me puedo creer lo que estás diciendo, Eric.
-No te digo que la perdones si tú no quieres hacerlo, pero…
-Da igual, no digas nada más. No quiero oírlo.
Me aparté de él. Eric me cogió del brazo para retenerme.
-Está bien. No diré nada más. Sé que estás dolida por lo que te ha hecho, es lógico.
Me estrechó de nuevo contra él.
-Será mejor que vaya ya a casa de Neliel, me estarán esperando.
Me besó con ternura antes de que desapareciera.
-Te quiero –me despedí.

Segundos después estaba frente a la enorme casa de la directora de Itziar. Me dirigí hacia el interior de la edificación y entré en la sala de estar. Todas las miradas se dirigían indiscretamente a mí mientras me sentaba en uno de los sofás libres.
-Bueno –habló Neliel, con un tono de voz jovial-. Parece que ya hemos acabado, parece que al fin podemos vivir completamente tranquilos. Aunque algunos de vosotros no estéis de acuerdo con la decisión que he tomado.
Hizo una larga pausa.
-Hoy ha sido un día agotador –habló-. Pero totalmente gratificante. Y creo que no sabía completamente el potencial que tenían mis alumnos. Enhorabuena –a todos se nos pintó una gran sonrisa en el rostro.
-Pues creo que nosotros sí que sabíamos el gran potencial que tenía nuestra directora –dijo Neile.
Neliel sonrió más ampliamente.
-Pues ahora nos merecemos todos un descanso, ¿no creéis?
Uno a uno fuimos levantándonos, y empezaron a salir hacia sus habitaciones.
Antes de salir por la puerta Neliel me paró. Me acerqué hasta su mesa de escritorio.
-Hoy has hecho un trabajo genial, Samira. Sé que no te ha sido nada fácil soportar el dolor.
-Ha sido muy duro. Pero gracias, Neliel, sin ti no podríamos haber salvado a los dos y no tienes idea de cuánto de lo agradezco.
-De nada. Pero creo que realmente yo no he hecho nada aquí, sin ti no podríamos haber salvado a los dos.
-Gracias de todos modos.
Le devolví la sonrisa y salí por la puerta.

3 comentarios:

  1. Uff la verdad es que no no sabría si perdonar a Amber. Pero a lo mejor nada sería igual... Aish pero es que era taaan simpática!!!
    Un beso!
    PD: graciaa por los comentarios!! Me hacen muchiiisima ilusion!!

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    Respuestas
    1. jajajajajja ya... lo de Amber es un poco complicado.
      Si te digo la verdad yo estoy como Samira, tengo un dilema interno xD
      Un besoo!

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    2. jajaja es que cuando escribes te empiezas a mezclar con los personajes!! jajaja
      un beso!

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